Hoy voy a comenzar una nueva serie sobre Inteligencia Artificial, tratando de profundizar al máximo en este aspecto de la tecnología.
La inteligencia artificial se define como la ciencia capaz de hacer máquinas inteligentes o que las máquinas presentan la apariencia de pensar como los seres humanos. Pero el concepto es muy antiguo, de hecho Aristóteles ya definió una serie de reglas que pretenden definir la inteligencia.
Podríamos interpretar 4 tipos de inteligencia artificial:
- Sistemas que actúan como un ser humano
- sistemas que piensan como un ser humano
- Sistemas que piensan racionalmente
- sistemas que actúan racionalmente
la inteligencia artificial se divide en dos escuelas:
- la convencional – consiste en el estudio del comportamiento humano
- la computacional – que consiste en un aprendizaje interactivo
Dentro de esta última escuela, la computacional, uno de los avances más revolucionarios en inteligencia artificial es la red neuronal artificial
reconocimiento de caracteres, de imágenes, reconocimiento de voz, predicciones de inversión, generación de texto, traducción de idiomas, prevención de fraude, conducción autónoma, análisis genético, pronóstico de enfermedades o clasificación de objetos.
Para hablar de inteligencia Artificial debemos comprender que es un modelo, Vivimos en un universo en constante evolución, complejo, caótico y lleno de ruido.
La inteligencia humana consigue dar sentido a todo este caos en una búsqueda por la elegancia y la simetría que se esconde entre los patrones que identificamos en nuestra realidad. El desarrollo de nuestra especie se ha debido principalmente a esta capacidad de saber, detectar patrones y poder utilizarlos a nuestro favor. La ciencia nos ha permitido explotar nuestra capacidad de observar el mundo de manera simplificada, convirtiendo todo este ruido en conocimiento, es decir, reconstruyendo la realidad a través de modelos.
Un modelo no es más que una concepto simplificado de una realidad más compleja. A través de esta reconstrucción, somos capaces de entender mejor dicha realidad y poder utilizarla a nuestro favor. Convivimos diariamente con diferentes tipos de modelos.
Un mapa es un modelo, nos permite representar de manera simplificada en un plano bidimensional, el mundo tridimensional que vivimos eliminando detalles innecesarios como texturas o artefactos del entorno.
Una ecuación física donde se recogen las relaciones matemáticas entre diferentes variables para así poder aproximar el comportamiento físico de la realidad cuando hacemos uso de diagramas desde los más simples a los más complejos.
Otro ejemplo de modelo, sería una partitura, que no es más que la simple representación de cómo los diferentes instrumentos deben combinarse, sincronizarse y ajustar sus frecuencias para poder producir siempre la misma canción.
Como vemos un modelo, busca el equilibrio entre aproximarse a representar correctamente la realidad y ser simple para poder utilizarlo. Imagínate, por ejemplo, que queremos modelar el comportamiento natural de las aves. Para ello recopilamos diferentes evidencias y tras observarlas podemos enunciar un primer modelo de su comportamiento. Este modelo dice que las aves pueden volar, si seguimos recopilando evidencias, nos daremos cuenta de que el modelo es un poco simple, no todas han aprendido a volar aun, y a lo mejor alguna está herida y no puede volar. Por tanto, actualizamos nuestro modelo y decimos que un ave adulta y que no esté herida, puede volar.