La WebRTC, también conocida como Web Real Time Communication, es un software de código abierto que permite realizar llamadas de voz, videollamadas y compartir archivos en línea y en tiempo real entre navegadores.
La tecnología WebRTC opera a través de un Codec que se encarga de codificar y decodificar las señales y flujos digitales para que estos lleguen a su destino.
WebRTC permite enviar voz, video y cualquier otro dato directamente a través de navegadores en tiempo real.
Un codec es un programa informático que se encarga de codificar y decodificar información para que pueda ser transmitida.
Para utilizar esta relativamente nueva manera de comunicación, sólo es necesario tener instalado en el ordenador uno de los navegadores que la soportan, como Google Chrome, Safari, Firefox u Opera, entre otros.
WebRTC es un proyecto gratuito y de código abierto, creado en 2011, que ofrece no sólo una mayor flexibilidad, sino también calidad de video de alta definición, mejor sonido y mayor rapidez en las comunicaciones entre dos dispositivos que cuenten con un navegador instalado y una conexión a Internet.
Existe un debate abierto sobre la seguridad al utilizar WebRTC, pero en definitiva, y tomando las precauciones adecuadas, podemos decir que se trata de una tecnología segura.
En primer lugar, el usuario no necesita descargar ningún plugin, ni complemento alguno añadido para realizar una llamada mediante WebRTC. Lo único que es necesario es tener instalado uno de los navegadores que soportan esta tecnología (que en la actualidad son la mayoría de los más usados por cualquier usuario)
Por otra parte, los propios navegadores son los encargados de incluir parches de seguridad . También realizar actualizaciones constantes y un modo periódico. Estas incluyen soluciones para resolver de un modo eficaz los problemas en materia de seguridad que puedan ir apareciendo a lo largo del desarrollo de esta útil tecnología.
La única fuga de datos que se puede dar mediante el uso de WebRTC se asocia a las VPN. Esto puede dejar acceder a la dirección IP, bloqueando así la seguridad que permite que nadie pueda decir qué estás haciendo o desde dónde. Pero en realidad, estas fugas son consecuencia directa de las vulnerabilidades de los navegadores, no de la propia tecnología.
Además, siempre es posible detectar estos fallos mediante algunas aplicaciones como ipleak.net, porque no siempre suceden, y puede ser que el navegador, una de sus extensiones o su configuración los que solucionen el problema por sí mismos.
Si no es así, en el momento en el que detectamos la fuga, podemos solucionarla de manera sencilla, siguiendo una serie de pasos que dependen del navegador que se está usando.
La utilización de esta reciente tecnología aporta una serie de ventajas a la empresa, gracias a su amplio portfolio de aplicaciones. Estas permiten una serie de funciones totalmente esenciales para la gestión de muchas tareas del día a día.