El episodio de hoy es el último de la serie dedicada al método Grow, en el que hemos explorado cómo utilizarlo para poner en marcha un proyecto. Durante las semanas anteriores, hemos trabajado en la creación de un objetivo claro, la definición de un plan de acción concreto, y la evaluación de opciones para llevarlo a cabo. Hoy nos centraremos en la importancia de medir y evaluar el progreso de nuestro proyecto, tanto en términos de ejecución como de impacto.
Es fundamental evaluar si estamos llevando a cabo aquellas acciones que hemos planeado en nuestro calendario, y si no es así, reflexionar sobre los motivos y buscar soluciones. También es importante medir el impacto que esas acciones están teniendo en nuestro proyecto, para comprobar si estamos avanzando hacia nuestros objetivos. Aunque medir y evaluar puede generar emociones encontradas, es una tarea necesaria para poder ajustar nuestro plan de acción y seguir avanzando.
Es importante recordar que, más allá de los resultados concretos, todo el trabajo que hacemos en nuestro proyecto tiene un impacto en nosotros mismos, en nuestros conocimientos, en nuestros recursos, y en nuestra forma de ver las cosas. El viaje en sí mismo es lo más importante, y debemos disfrutarlo y aprender de él, incluso de los fallos y errores que cometemos en el camino.
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